Esa sensación de sentirte como un gilipollas al ser cliente del Banco Santander
Pues sí, así es como me siento, como un gilipollas. Antes de herir sensibilidades vaya este apunte por delante:
gilipollas
1. adj. malson. Esp. Necio o estúpido.
Apl. a pers., u. t. c. s.
Hace unos años abrí una cuenta en Ibanesto, una cuenta azul, para más señas. De aquella que exprimía naranjas y sacaba zumo azul, en referencia a su claro competidor. La cuenta, dentro de las limitaciones carcas del Grupo Santander, no tenía comisiones y era remunerada.
Pasaron los años y el Banco Santander decidió que Banesto debía pasar al recuerdo, así que liquidaron la entidad, y mi maravillosa cuenta azul mutó en una suerte de cuenta roja, y aplicando la originalidad y pericia de gente con más imaginación que la tuya y que la mía, mi cuenta pasó a ser de Isantander. Maravilloso, todo seguía igual: sin comisiones y remunerada.
Y siguió pasando el tiempo, y fueron bajando los intereses, y mi dinero se fue esfumando a otras cuentas que daban un poco menos de pena. Y esta cuenta mutó, a otro tipo de cuenta que nunca supe qué era, porque nuevamente alguien decidió que era hora de matar el resquicio que quedaba de Ibanesto, y ya tocaba cargarse esa I, y pasar directamente a Santander. Así que tenía una cuenta del Banco Santander, sin comisiones, y, aunque poco, remunerada. Toda una maravilla, algo increíble, utópico más bien. Read more →
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