La nueva cultura tecnológica
Es frecuente en los tiempos que corren oír hablar de la «alfabetización tecnológica». Con este término, se pretende definir el conjunto de métodos, cursos, manuales o cualquier otro medio que sirve para promover el uso de las nuevas tecnologías entre la población en general, de forma que todos las comprendan y sepan utilizar. No obstante, esta es una tarea difícil, y los problemas comienzan en la propia definición de alfabetización, pues es inevitable asignar a esta palabra ciertas connotaciones negativas, cuando de lo que se trata es de introducir a las personas en la nueva era.
Se tiende a asociar este tipo de acciones con la España rural y las personas mayores, pero esta imagen es muy engañosa, puesto que ésto puede aplicarse a todas las ciudades, grandes y pequeñas, y al conjunto de todas las edades. Una formación básica completa en los centros de educación desde una edad temprana, ayudaría enormemente a una mayor cultura, lo cual evitaría muchos de los problemas que se padecen actualmente, y que citando casos extremos son, por ejemplo, la suplantación de identidad (también conocida como phising) o el robo de cuentas de correo o de cuentas en sitios web.
Y es que uno no puede sentarse delante de un ordenador y salir a internet a comerse el mundo, no señor. Esto sería equivalente a que alguien que no ha conducido nunca fuese a un concesionario de automóviles, se comprara un coche y se fuera a dar vueltas por la calle, ¿cuánto tardaría en tener o provocar un accidente? En un mundo ficticio, tal vez habría que implantar a los usuarios de ordenador un carnet, como el de conducir, sin el cual no pudieran utilizar ninguna máquina. Pero no hay que pasarse ni pensar en barbaridades o locuras semejantes. En el mundo real, basta con que las administraciones potencien, mucho más de lo que lo hacen, los cursos básicos de informática.
Claro que estas cosas no tienen sentido mientras la población no vea que realmente necesita conocer todo esto. Y el que no lo sepan es un hecho tangible: basta con observar las personas que voluntariamente acuden a charlas, congresos o cursos. Es ahí donde debería volver a jugar su papel la administración, mostrando a los ciudadanos las comodidades y avances que ofrecen los servicios telemáticos, por ejemplo, o cómo utilizando las diferentes páginas que hay en la red se puede conocer información urgente de última hora, avisos mediante correo electrónico de cosas importantes u otros datos de interés general, como el estado de las carreteras, la información meteorológica, etc.
Si todo el mundo supiera todas las cosas que se pueden hacer, muchas personas, simplemente por la inquietud de ver si eso realmente es así, se lanzarían a entrar en esos cursos para aprender y disfrutar. No olvidemos que,al igual que en su día pasó con la electricidad, la calefacción o el agua corriente, internet y las nuevas tecnologías han mejorado enormemente nuestra calidad de vida, y esto es un hecho innegable que no se puede pasar por alto.
Un saludo.
La nueva cultura tecnológica…
Reflexión acerca de cómo se perciben, en rasgos generales, las nuevas tecnologías en la sociedad. Se plantean algunos casos en los que las administraciones deberían volcarse un poco más en promoverlas….