Agilizando las urgencias del Royo Villanova (o cómo los dirigentes de la sanidad aragonesa conciben el trato a los pacientes)
Leo en El Periódico una noticia fechada ayer en la se dice que se han estrenado las urgencias del hospital Royo Villanova, cuya capacidad de atención asciende a 73000 pacientes al año. Como todos sabemos, hace lustros que la sanidad, no sólo aragonesa, sino la pública estatal en general, está bastante saturada, pero no voy a entrar en detalles sobre las causas que provocan esta situación porque hay para hablar largo y tendido.
La cuestión es que en este hospital (que está cerca de Pichuel, o puede que incluso un poco más lejos), los mandamases han decidido implantar un sistema de atención bastante novedoso, cuya finalidad es, se supone, acabar con el colapso del servicio, y que no se repitan las situaciones que se dan en el Clínico, por ejemplo. Dicho sistema consiste en asignar un número de prioridad, que va del 1 al 5, a cada paciente que llegue a Urgencias, y en función de la prioridad asignada se irán atendiendo posteriormente. Parece que al que se le ha ocurrido esta idea sea informático, pero por desgracia no estamos hablando de procesadores y procesos, sino de personas con algún tipo de herida, enfermedad o patología en general que reviste cierta importancia.
Todos sabemos que hay gente que va por un simple catarro a urgencias, y que son pacientes así los que colaboran a saturar aún más un servicio ya de por sí colapsado. Supongo que es este tipo de cosas en las que se basan para implantar dicho sistemas de prioridades, pero no tienen en cuenta una cosa: si un paciente acude a urgencias, evidentemente, es porque su mal requiere una cura urgente, y es el médico que lo recibe en la entrada el que, en todo caso, debería tomar una decisión no en función de 5 prioridades, sino que debería ser binaria: «pase o váyase a casa y tómese una aspirina». El hecho de partir de una premisa como la que se toma el caso de las prioridades, de que unos pacientes necesitan revisten más gravedad que otros, es, desde mi punto de vista, totalmente errada. Pero claro, es mucho más barato resolver las cosas así que hacer lo que realmente hay que hacer: mejores medios, más personal y mejor organización. Y es evidente que mientras no se mejoren los espacios en los que se atienden las urgencias no se puede contratar a más personal sin generar el caos, y mientras no haya más personal, no se puede acometer una mejor organización.
En resumidas cuentas este tipo de planificación es evidente que no es la solución. Y seguramente no soy el primero que lo piensa o lo dice (o eso espero, porque mis conocimientos en este campo son totalmente nulos y mi opinión es la de un usuario más totalmente profano en la materia de dirigir hospitales). Y es más, resulta seriamente preocupante la situación que se puede generar: imagine que usted llega con una pequeña dolencia, y le catalogan con la prioridad más baja, y mientras está esperando, comienza a llegar gente a la que asignan una prioridad mayor. Desconozco los mecanismos de gestión, pero como no sean eficaces, mucho me temo que va a tener que esperar ahí sentadito por los siglos de los siglos, y tal vez cuando puedan atenderle su pequeña dolencia, que requería unos cuidados mínimos, haya podido desencadenar cosas bastante peores.
Espero que nadie se vea en esta tesitura y que el sistema se gestione con un poco de cabeza, pero desde luego mientras no se acometa una reforma en profundidad de la gestión y organización del sistema sanitario, poco podemos esperar que mejore, y menos con estos parches.
Un saludo.
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