Yo no sé qué pasa, pero me da la sensación de que el mundo se ha vuelto loco. Seat acaba de anunciar el lanzamiento de una versión familiar para su exitoso Ibiza, ¿inédito? Pues no.

El Seat Ibiza fue presentado, si no me falla la memoria, en 1984. Era un utilitario bastante simple, fruto de la ruptura de la casa con el grupo Fiat y que no era sino un intento de salir del agujero en que estaba sumida. Sin tardar mucho, se presentó la versión familiar del Ibiza: el Seat Málaga. El mismo vehículo, pero más largo, 4 puertas y más maletero. Cambios en el interior, sí, pero en esencia, el mismo coche, como muestra sirva comprar sus corazones: los ya olvidados System-Porsche. Ambos modelos se fabricaron hasta 1992, año en que el Seat Málaga dejó de producirse.

Pero con el fin de la producción del Málaga no acabó la versión familiar del Ibiza, apareció el Seat Córdoba. Y quien diga que viéndolo de frente alguna vez no se ha confundido al diferenciar los modelos, miente.

Y por fin, en el 2010, se anuncia otra versión familiar del Ibiza, cuya única novedad, a mi modo de ver, es que ésta mantiene el nombre del utilitario, al contrario que las anteriores, incorporando las siglas ST.

Creo que con esto queda demostrado que no es, como se dice en alguna revista, una nueva estrategia de la marca para intentar eludir la crisis, sino que simplemente vuelven a retomar lo que han estado haciendo durante muchos años.