1 de febrero de 2009
Antes de que empezara el año, llegó a mis manos el Calendario Zaragozano de 2009, ante la mirada de asombro e incertidumbre de varios amigos que no sabían muy bien de qué se trataba el librito en cuestión, así que aunque con un poco de retraso, y por petición de Gimenete, voy a explicar un poco de qué va.
El Calendario Zaragozano, llamado así no porque sea de Zaragoza sino porque su primer editor se apellidaba Zaragozano, no es otra cosa que un almanaque. Actualmente tal vez pueda resultar extraño que aún se vendan este tipo de cosas, pero la verdad es que contiene gran cantidad de información relacionada con las labores cotidianas de agricultores y ganaderos, aunque da mucha más información que a cualquiera puede interesar.
Si bien resulta una curiosidad en sí mismo, lo más destacable es la predicción meteorológica que contiene. El fundador del almanaque fue Mariano Castillo y Ocsiero, un célebre astrónomo de Villamayor (Zaragoza), que era capaz de predecir el tiempo que iba a hacer en función del estudio de los astros, eclipses y otras circunstancias relacionadas con la astronomía. Yo no sé muy bien cómo van estas cosas, ni los métodos que se usan para hacer estas predicciones, pero os aseguro que acierta bastante. Habrá quien me diga que las afirmaciones que contiene son muy ambiguas y que dan pie a muchas interpretaciones, pero bueno, si escucháis atentamente a los señores del tiempo, tampoco es que den afirmaciones en sus partes, dejándolo abierto también a que cada uno entienda un poco lo que quiera (vamos, que no se mojan), y en estas condiciones he de decir que el Calendario Zaragozano acierta bastante más que el tiempo de la tele, sobretodo teniendo en cuenta que predice para un año completo, y los espacios televisivos últimamente casi no aciertan de un día para otro.
El almanaque se edita en dos versiones: una de bolsillo y otra más completa. Además también existe un calendario de pared, pero no tengo el gusto de conocerlo. Voy a hablar un poco de la versión completa. Cualquiera que tenga la oportunidad de hojearlo se va a encontrar, en primer lugar, con el juicio universal meteorológico-astronómico del año en cuestión. Después vienen varias páginas con datos como las fechas de las fiestas religiosas, los días de las comunidades autónomas, datos ganaderos, tablas de conversiones de unidades, etc. En esta pequeña introducción se pretende poner las cosas que supuestamente son más prácticas, de forma que su consulta sea más rápida.
Tras estas páginas viene el Calendario en sí, con sus doce meses. Cada mes tiene en la primera página un dibujo con el aspecto del cielo en los días indicados. En las páginas centrales viene la predicción meteorológica por semanas y el santoral de cada día, además de citas o refranes en los márgenes de las páginas. Por último, se indican las variedades que se pueden sembrar en cada una de las comunidades en el mes en cuestión y las labores relacionadas con la ganadería y la agricultura que se deben realizar. En la última página aparecen anécdotas relacionadas con ese mes en años anteriores, algún que otro refrán y algunas citas más.
Después de este bloque hay un calendario perpetuo, así siempre podemos consultar cualquier fecha, el santoral completo con las fechas dedicadas a cada santo y una lista con todos los mercados y ferias de España y su fecha de celebración. Al final del almanaque hay unas páginas acondicionadas como agenda telefónica. Entre estas últimas páginas hay también otras curiosas, como distancias kilométricas o reportajes de alguna ciudad española, contando brevemente su historia.
Y básicamente este es el contenido del almanaque El Firmamento, como se llama oficialmente. Si tenéis la posibilidad de comprarlo podéis cogerlo para echarle un vistazo, pues como ya he dicho no deja de ser algo curioso, y su precio tampoco es elevado (unos 8 euros el grande y 1,50 el pequeño).
Espero que para los que no lo conocíais ahora os haya quedado algo más claro, y si tenéis alguna duda… ¡preguntad!
Un saludo.
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