4 de septiembre de 2008
Hace ya tiempo que andaba buscando una cámara de fotos que me ofreciera algo más que la compacta que tengo. Cualquier podría pensar ante esta situación que la mejor salida es una réflex, así que me puse a mirar modelos. Hay muchas, pero tanto en nuevo como en segunda mano el mercado ofrece unos precios que cuando menos asustan.
Fue entonces cuando un amigo me habló de las cámaras prosumer. Son cámaras mucho más potentes que las compactas, con capacidades similares a las réflex en situaciones cotidianas, y con la facilidad de uso de una compacta. Evidentemente no se puede pretender hacer algunas fotos que sólo es posible obtener con cámaras réflex, pero aún así el abanico de posibilidades es muy amplio, pues permite además de los modos automáticos, tomar el control totalmente manual de la cámara, con control sobre velocidad de obturación, apertura del diafragma, enfoque, zoom… Y para alguien que nunca ha tocado una réflex desde luego, ahora que la he probado, estoy totalmente convencido de que es la mejor opción.
La cámara en sí es una pequeña joya, y cualquiera que mire el precio se sorprenderá del mismo. Posee una resolución de 8 MP, que es más que suficiente para hacer cualquier foto (compadezco a los que se piensan que por tener chorropotocientosmil MP las fotos son mejores) y un zoom óptico de 18x, que es bestial. Las dos cosas que más me gustan de la cámara son, por una parte, el estabilizador mecánico de imagen que lleva, que permite tomar fotos a pulso obteniendo imágenes perfectas, incluso con el zoom a todo su potencial; por otra parte la alimentación, que no es a baterías, si no a pilas, lo que me permite irme al fin del mundo y si no tengo cargador para las pilas (con pilas recargables de 2700mAh te puedes cansar de hacer fotos), malo será que no haya una tienda donde las vendan, lo cual puede sacarnos de muchos apuros.
En cuanto al funcionamiento en sí es muy sencillo, e incluso en modo totalmente automático obtiene unas fotos que poco tienen que envidiar a las tomadas por otros aficionados con cámaras réflex, y no digo esto a la ligera, sino porque he hecho la prueba, y con una réflex es sumamente difícil ajustar todos los parámetros de forma correcta, algo que con las prosumer es muy sencillo.
Otra de las pijadicas que tiene es el detector de rostros, que creo que puede reconocer hasta 12 caras distintas en la misma escena. También lleva el típico flash de reducción de ojos rojos. El flash va escondido, con lo cual para utilizarlo es necesario desplegarlo. Esto va muy bien puesto que en según qué lugares (iglesias, museos, etc.) te evita tener que desactivarlo, ya que en las compactas por defecto siempre viene en modo automático. Además tiene un modo de museo que hace que el flash siempre permanezca desactivado y que no emita ningún pitido.
En cuanto al almacenamiento de las fotos, utiliza tarjetas XD y también SD, lo cuál es un punto a favor. Admite el uso del estándar SD-HC, lo que proporciona una velocidad bastante decente de acceso a memoria y una ventaja enorme para la economía, pues las tarjetas SD son muy baratas, sobretodo en comparación con las XD.
Y poco más que decir, al menos de momento. Un saludo, y ya os iré comentando mis pinitos en la fotografía. De momento coloco un par de fotos que, si bien no son nada del otro mundo, las pongo como muestra de imagen con el tamaño reducido, por lo que la calidad tampoco es la original, pero creo que es suficiente para hacerse una idea.
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