15 de agosto de 2012
Sigo con mi crítica a la forma de conducir que tenemos los españoles, que cada vez es peor (aunque parezca increíble). Hoy me voy a centrar en otro aspecto cuando menos curioso: la tendencia al centro.
Y cuando me refiero a esta tendencia no me refiero a temas políticos, si no a la manía cada vez mayor de pegarse al centro de la calzada. A todos cuando sacamos el carnet de conducir nos repitieron una y otra vez: hay que circular por el carril de la derecha y lo más pegado a la derecha posible. ¿Tan difícil es? Hombre, yo entiendo que con esto de la LOGSE y el panorama político la gente pueda tener dudas sobre lo que es la derecha o la izquierda, pero a fin de cuentas se trata de que los coches pasen lo más separados posible entre entre ellos, quiero decir:
- Que en una carretera de doble sentido, te pegas a tu derecha por dos razones: la primera, para no pegarte de frente con otro; la segunda, porque así dejas visibilidad para adelantar al que viene por detrás, si es que es su intención.
- Que en una autovía, por muy ancha que sea, te pegues a la derecha también.
- Pero ojo, que si estás adelantando, ¡pégate a la izquierda! ¡Fuera! ¡Lejos del otro coche para que no te despeine al pasarlo! ¿No es complicado no?
Bueno, pues la situación común no es esta, es la de ir pegado al centro. Ejemplo: típico señor que conduce pegado al centro (a su izquierda). Este típico señor, que por supuesto no sabe que en una carretera de 90 hay que ir a 90, te adelanta, porque para eso tiene un coche que mola con su pegatina de «CO!» en el maletero, y ahí cualquier persona normal diría «pues si este tío se pega a la izquierda, al adelantarme se irá a la izquierda también y se apartará de mi», pues no, ¡error! Porque ese señor no tiene tendencia a la izquierda, si no al centro, y cuando te adelante se pegará a ti todo lo que pueda, y si puede adelantarte pisando la línea (continua o discontinua) o incluso con las ruedas dentro de tu carril, lo hará, tanto en autovía como en carretera convencional.
¿Pero tan difícil es? ¿Os habéis parado a pensar qué pasaría si en ese momento uno de los dos conductores se desvía mínimamente de su trayectoria? Aún sin abandonar su carril habría una colisión de consecuencias trágicas.
Así que ya sabéis, un poquito de por favor y a guardar la distancia lateral, que nos evitaremos muchos sustos y ver de cerca caras feas.
¡Felices vacaciones!
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