Tractores, cosechadoras, tres o cuatro empacadoras
Estamos en verano, mes de la cosecha. Todo el monte se encuentra salpicado de agricultores que a lomos de sus cosechadoras, tractores y remolques, pueblan los campos de cereal. Esta es una de las pocas estampas agrícolas tradicionales que aún pervive en nuestra sociedad.
Y es que en un sector cada vez más degradado como el agrícola, y que ha pasado a un segundo plano, resulta difícil hacerse a la idea de cómo, hace apenas 40 años, podía ser el protagonista de la vida económica del país. Esta situación unida a los avances tecnólogicos sufridos, ha provocado que ya apenas se ve maquinaria por los campos, salvo en fechas puntuales como la que no encontramos. Uno puede ir por cualquier carretera y será raro que no vea a lo lejos la cosechadora, y su fiel compañero el remolque, en un campo cercano.
Los gigantes de acero siguen, con su paso lento, segando la mies y separando el grano de la paja para luego echar el preciado cargamento al remolque, que como una hormiga obrera, acudirá con su carga al silo o cooperativa donde se almacenará el cereal, principal sustento alimentici, aunque no lo parezca.
Os animo a que, si podéis, os escapéis en estas fechas a contemplar el paisaje agrícola poblado de vida, pues tal vez no falte mucho para que esta estampa también pase a la historia y sólo sobreviva en el recuerdo de la memoria de los pueblos agrícolas.
Un saludo.
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