El conflicto de AUZSA se enquista y se agravan las desigualdades entre los ciudadanos de Zaragoza
Cada mañana se repite la misma historia: encendemos la radio y tenemos las noticias de España, de Aragón, el tráfico, el tiempo y las novedades sobre la huelga de los autobuses urbanos de Zaragoza. Es la rutina a la que ya se ha acostumbrado el ejemplar ciudadano de esta inmortal ciudad, que en cualquier otra parte del mundo hubiese salido, adoquín en mano, a reclamar lo que le pertenece, pero que haciendo, como es habitual, gala de un talante y nobleza únicos, intenta comprender la situación de estos trabajadores y respeta sus decisiones.
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