Además de quitarnos nuestro estado de bienestar, dejarnos sin trabajo, sin justicia, sin casa y sin ahorros, estos señores pretenden que paguemos el colegio de sus hijos. Me acabo de enterar en la radio (enlace a la noticia en El Periódico)  que la consejera de educación, la señora Serrat, ha aportado sus flamantes ideas al anteproyecto de ley del señor Wert (les llamo señores por educación, ahora ya como no hay educación, porque se la han cargado, que no se acostumbren).

Estas ideas que estoy casi seguro de que serán muy tenidas en cuenta se reducen básicamente a lo siguiente:

• Más colegios concertados.
• Más religión.

Yo no sé si es que no se quieren enterar o qué pasa, y eso ya viene de varios gobiernos atrás: el que quiera colegio privado que lo pague. Es fácil, ¿no? Y más en una tesitura como la actual, no podemos permitir que se recorte hasta niveles inauditos todo lo referente a educación y encima se promueva la enseñanza en unos centros con profesores que entran a dedo, que admiten a quien quieren y cuya asignatura bandera es la religión. Encima, centros en los que al final me da la impresión de que este dinero de los conciertos establecidos sirve para lo de siempre, es decir, para que los cuatro caciques (u obispos, o monjes, o lo que sea en este caso) se llenen los bolsillos.

Aunque también es cierto que lo de impartir más religión tiene sentido, porque a este paso, sólo nos queda rezar para ver si esta panda de retrógrados desaparece por un milagro divino.

Un saludo.