14 de julio de 2009
Hace pocos días Google anunciaba su nuevo sistema operativo, basado en Linux (tal vez deberíamos llamarlo más una nueva distribución, ¿o qué?), y cuya principal característica es que básicamente todos los programas que incorpora se utilizan vía web.
Cualquiera que esté un poco metido en el mundo de la programación y la tecnología sabe que la tendencia del mercado es, efectivamente, a implantar cada vez más aplicaciones distribuidas. Pero por ahora este tipo de implantación sólo puede llevarse a cabo en un contexto muy definido: las corporaciones con sus grandes redes internas. Y no me refiero a grandes por tamaño, sino por capacidad. Es evidente que el ancho de banda del usuario doméstico es insuficiente para utilizar todas las aplicaciones de manera distribuida y eficiente.
A pesar de esto, los medios de comunicación no han tardado en empezar a ver en Google un rival capaz, ni más ni menos, que de desbancar a Hasecorp y su exitoso Hasefroch, una afirmación sin duda muy atrevida, como la ignorancia, que también lo es. Aunque la verdad es que en este cocktail tenemos todos los ingredientes para una sabrosa receta: una compañía de éxito y renombre, aunque cada vez más polémica, pero esto de momento parece importar poco fuera de las esferas más puristas en el ámbito de las TIC, otra empresa todopoderosa a la que se le augura, sin mucho éxito, su pronta caída después de monopolizar el mercado de los ordenadores personales, y cómo no, la ingenuidad de las masas y los medios de comunicación, siempre dispuestos a venderse al mejor postor, y no a la mejor información o a la más rigurosa.
Sólo tenemos que aplicar alguna teoría como las del amigo Le Bon y empezar a vender humo. Y aunque las posibilidades son escasas… ¿Y si hay suerte y tienen éxito? Sin duda Google habrá creado una nueva forma de difusión de negocio que sentará precedente. No obstante los señores de Hasecorp, que de esto de publicidad y demás parece que saben un poquito, ya han contra atacado, más que nada parece que por no quedarse callados, porque sinceramente creo que tampoco les hace falta. Es evidente que, de momento, Google no es ninguna amenaza para Hasecorp en el mercado de los sistemas operativos o de la ofimática.
¿Para cuándo empezaremos a ver certificaciones en productos Google? 😉
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