De taxis por el entorno del Provincial y el hotel Corona
Hoy traigo una historia cuando menos sorprendente. Ayer por la noche me disponía a regresar a mi casa en taxi desde las inmediaciones del hotel Corona, cerca de la esquina de César Augusto con Ramón y Cajal. En el horizonte divisé un taxi con su luz verde al cual le hice la correspondiente señal para que parase, momento en el que, aunque sin encender las luces de avería (algo que me extrañó pero a lo que tampoco le di mayor importancia), se aproximó a la acera y, bajando la ventanilla, me preguntó que dónde iba. No sabía que Zaragoza se había convertido en Madrid, Barcelona o más aún, Londres o París. Tras decirle mi destino, me dijo que fuese a la parada que estaba más alante (a unos 100 metros), y pese a haberse detenido con un semáforo en rojo, arrancó y se fue. Ante la premura de su acción y lo insólito de los hechos no pude coger su número de licencia.
Evidentemente, este dudoso profesional, si hubiese sido una carrera que le hubiese interesado, la hubiese hecho, pero por alguna causa no le interesó, negando de este modo la prestación de un servicio público al que está obligado, dando una excusa falsa, puesto que tras consultar el reglamento del taxi, pude ver que sólo se debe acudir a la parada cuando ésta se encuentra a menos de 25 metros, y no eres impedido ni llevas bultos, circunstancias que ayer no se daba. Evidentemente él sabía que no estaba actuando conforme a la normativa, y por eso se fue corriendo saltándose incluso el semáforo en rojo.
Pero lo peor es que a continuación me entero de que, dada la proximidad del hospital Provincial (que aún así se encuentra a más de 25 metros de la parada, concretamente 100, y en diferente calle), parece que es una práctica habitual entre los taxistas que pasan por la zona enviar a los ciudadanos a la parada. Si tan necesaria consideran la parada, lo que tienen que hacer es reclamar al Ayuntamiento que habilite una en la puerta del mismo hospital, pero no valerse del desconocimiento de los derechos por parte de los usuarios para ejercer unas prácticas de dudosa ética profesional.
Así que si se te da esta situación en esa zona, que no te pillen desprevenido como a mi y apunta el número de licencia y la hora, para poder proceder a denunciar ante el ayuntamiento el incumplimiento de prestación del servicio en los términos vigentes, que además está calificado, en este caso, como infracción grave.
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