14 de mayo de 2012
No quería llegar al extremo de tener que criticar a una institución como es la que me ocupa en esta entrada, pero es que lo que un servidor está viendo últimamente en las calles deja mucho que desear en cuanto a lo que un ciudadano espera de un policía de este Cuerpo.
Paso a relatar algunas de las cosas que he visto, y que seguro que muchos de vosotros también habréis podido apreciar, en estos últimos meses. Y para que no se me olvide, empezaré por la que he presenciado esta misma tarde.
Circulaba normalmente por la Avenida Expo 2008, dirección Estación Delicias. El tráfico era numeroso pero fluido, y dos coches delante de mi circulaba una patrulla del CNP por el carril central (yo iba por el izquierdo). Todos íbamos a una velocidad aproximada de 50km/h, pero al parecer estos señores tenían demasiada prisa, puesto que:
- No han mantenido la distancia de seguridad con el vehículo que les precedía en ningún momento, provocando una circunstancia que podía haber desembocado en un choque por alcance.
- Han realizado un brusco cambio de carril sin el uso de la señal pertinente para avisar al resto de usuarios.
- A continuación, ahora sí usando el intermitente, han vuelto a su carril zigzagueando peligrosamente de nuevo entre los vehículos. La patrulla iba en un C4 Picasso y el espacio era realmente justo para el coche y la velocidad, y desde luego de todos modos inseguro.
- De nuevo se han colado al carril derecho del todo, zigzagueando entre los vehículos.
- Aumentando notablemente la velocidad (me atrevería a decir que 70km/h en zona urbana) se han alejado alegremente.
En ningún momento esta patrulla ha utilizado las señales reglamentarias acústicas ni luminosas para advertir de su presencia, por lo que se deduce que lejos de ser un vehículo prioritario, han incurrido más bien en un comportamiento si no imprudente, sí bastante lamentable.
Dicha esta, vamos a por la siguiente, que ocurrió hace un par de semanas. Un servidor acaba de aparcar su vehículo en la Avenida de Ranillas, en las proximidades del Parque del Respeto. Cuando ya bajé del coche y me dispuse a caminar por la acera, de dicho parque salía una patrulla del CNP, por un camino no transitable (porque en ese parque los hay transitables, pero no era el caso), esquivando como podían papeleras y bancos y pisando el césped, para una vez en la acera, continuar unos metros sobre ella hasta una parada próxima de autobús donde no había coches estacionados, introduciendo las ruedas del vehículo en el alcorque de un árbol, y bajando por el bordillo, a la altura de la acera, para incorporarse al tráfico.
De nuevo, esta patrulla, con un C4 Picasso (empiezo a pensar que son los mismos, aunque nunca puedo coger el número y es un coche también bastante habitual en el parque móvil del CNP), circulaba sin ningún tipo de señal ni acústica ni luminosa que indicase que circulaban en situación de emergencia, y para ratificar esto, además, al incorporarse a la circulación pararon en un semáforo en rojo que había a escasos 20 metros de la parada de autobús.
Y para finalizar, otra situación cuando menos esperpéntica. En la Avenida de Soria, cerca de la Estación Delicias, hay varios cubículos que se hicieron para la Expo pero que nunca fueron utilizados. Actualmente están ocupados por varios indigentes que orinan y hacen sus necesidades en el exterior, hacen fuego en el interior (no es la primera vez que tienen que acudir los bomberos), se bañan desnudos en las fuentes que hay en los alrededores, etc. Esta zona está muy transitada por peatones, entre los que hay muchos niños a causa de la proximidad de un centro de salud que tiene un pequeño parque infantil en su parte posterior. Dado el desinterés que el Ayuntamiento o quien deba tiene en desalojar a estas personas y proporcionarles un lugar adecuado para su residencia, así como erradicar los problemas de salubridad cada vez mayores en la zona, un ciudadano requirió a una patrulla del CNP que hicieran algo para evitar la situación (era por la tarde, había niños jugando y estos señores orinando en el exterior del cubículo, en las paredes). Ante el requerimiento, los funcionarios informaron al ciudadano de que para eso necesitaban una orden judicial porque era una morada. Desde luego, esos dos funcionarios además de caer en un grave incumplimiento de su deber, deberían cuando menos regresar a la academia a repasar las leyes, porque se pueden dar muchas respuestas, pero :
Art. 245.2 del Código Penal: el que ocupare, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edifico ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos contra la voluntad de su titular, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses.
Por todo ello, me parece indignante:
- Que quien tiene que guardar y hacer guardar el orden sea quien primero lo incumple.
- Que quien debe velar por la seguridad del ciudadano sea quien primero lo pone en peligro.
- Que quien debe sentar las bases de un comportamiento cívico y ejemplar siente las bases del incivismo y radicalidad.
- Que quien debe prestar especial cuidado en el uso del material público, sea quien menos lo cuide.
Espero que quien corresponda tome las medidas oportunas y ataje este problema antes de que vaya a mayores, porque desde luego, por la parte que me toca, siento vergüenza ajena al ver a algunos miembros del CNP comportarse de esta manera. Desde luego las causas del mismo sí que las tengo muy claras: ni se puede dar manga ancha para meter a 4500 ó 5000 personas al año, ni recortar a 200 como pasa ahora. Término medio, señores.
Un saludo.
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