16 de mayo de 2008
Parece que en algo más de un siglo las cosas en España no han cambiado mucho, por más que se empeñen algunos en borrar la «memoria histórica» o en chuminadas similares, aquí siguen mandando los cuatro de siempre. Y escribo esto porque estoy indignado ya con tanta expo y tanto alarde despilfarrador por parte de los mandamases de la ciudad de Zaragoza y del gobierno de Aragón.
Tras muchos meses de obras, soportando atascos, ruidos, tierra a toneladas en mi casa y otros males necesarios (se supone) para el bien de la ciudad, leo en la prensa que el día 7 de junio Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) prepara una gala para celebrar la finalización de las obras. ¿Qué bien no? 1500 invitados, amigos de los señores de turno, celebrarán a nuestra costa la finalización de unas obras, pagadas también con nuestro dinero, al más puro estilo de los tiempos que tanto quieren olvidar, en el que un general con sus amigos hacían celebraciones similares (no voy a citar nombres, que de todas formas la historia de este país es vasta y el lector puede encontrar varios ejemplos).
Pues bien, señores de Zaragoza Alta Velocidad, del gobierno de Aragón, del Ayuntamiento, señor Belloch, señor Iglesias, etcétera, yo no sé si a mis vecinos les apetecerá ir o no a dicha gala, pero a mi, miren ustedes por dónde, me apetece ir, porque después de varios años sufriendo la tortura de tener obras en todos los alrededores de mi humilde morada, quiero ver cómo han quedado, y quiero celebrarlo, y como para bien o para mal esto es una democracia, yo también quiero asistir a esta «exclusiva gala». Y quiero ir porque no me vale que enciendan cuatro bombillas en tres puentes y me digan: «esto va por ustedes». No me vale, porque resulta que uno ya se vuelve un poquito exigente, será cosa de la edad, o de que escarmienta viendo cómo está el asunto. Y no me digan que no puedo porque no soy alguien importante, por h o por b, o por k, o por… porque no me sirve, apechuguen con la propaganda endémica que han hecho de este sistema de gobierno y denme una invitación, porque yo soy ciudadano (¿o hemos de retomar los valores ya olvidados de la Revolución Francesa? Igual a muchos les vendría bien un repaso así), y porque yo lo valgo. Es más, no una, quiero dos, que me gusta ir también acompañado. Y no se preocupen, que no tengo séquito de escoltas, coches oficiales ni otras zarracatallas similares, ya iré yo andando (porque en autobús de TUZSA igual llego un poco tarde), que además también me gusta pasear, y vivo cerquita.
Así pues, un humilde servidor espera impaciente sus noticias.
Un saludo.
Editado: para que no se diga, he enviado una sugerencia mediante el correspondiente formulario de la página de Zaragoza Alta Velocidad, para que me indiquen si hay alguna posibilidad de asistir al evento.
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