Este país quizás también necesite un cambio de población (además de políticos)
Mucho se critica a la clase política (y no digo que no falten ni motivos ni razones), ¿pero qué hay del ciudadano? Porque también hay muchos que se merecen una crítica por su desastroso papel como ciudadanos, que al final, todos jugamos en este juego que es la vida y la convivencia. ¿Acaso no sería lógico plantear también un cambio en la población?
Esos ciudadanos que como hurones reconcomen al personal escudriñando ideas retorcidas y maléficas a sus espaldas, que cuchichean, que se juntan en los rincones y se relacionan con sus semejantes y que se reconocen por las numerosas eses que se escapan de sus cuchicheos. Esa calaña de personas que tenemos en todas partes: comunidades de vecinos, clases, pueblos… Y que bajo una falsa apariencia de intentar conseguir lo mejor para todos sólo joden al que realmente intenta conseguirlo, porque únicamente persiguen su propio beneficio, para regocijo de su infinito egoísmo.
Esas personas que te miran con una sonrisa y en cuanto te das la vuelta te tiran sapos y culebras por su boca, y que en lugar de usas sus dotes de comunicación para hacer el bien, las utilizan para manipular a los pobres que se dejan, creando así un malestar general que acaba por aturdir al más paciente. Ellos también tienen la culpa de muchas cosas, porque al final a los que tenemos ilusión y ganas nos acaban por reducir nuestro entusiasmo de tal manera que no sabes si saltar y darles dos hostias (las que no les dieron y que tal vez hubiesen solucionado muchos problemas) o meter la cabeza bajo la almohada y esperar a que suene el despertador al día siguiente.
Como diría el Chavo: chusma. Y siento mucho que aquellos a quienes se dirigen estas palabras quizá nunca las lean, porque sí, esto va para unas personas en concreto, unas cuantas, cuyos nombres no voy a poner porque ni vienen al caso ni han sido capaces de tener los ovarios de decirme las cosas a la cara, pero sí de malmeter por detrás, cuando ellos son los únicos responsables de todos los males que padecen, y encima se hacen pasar por víctimas del resto, aquellos a los que nos han negado cualquier tipo de opción a la hora de prosperar. De prosperar ellos, y el resto, claro, porque nosotros seguimos adelante, faltaría más, pero nuestro espíritu es ayudar a los demás, aunque visto que parece que la gente no quiere que esto sea así, pues al menos prosperaremos nosotros mismos.
Y no se enterarán nunca porque entre sus boberías absurdas está la de no querer aprender, por ejemplo, a usar nuevas tecnologías, aludiendo que eso no hace falta. Retrógrados. Pero tranquilos, al final todos acabamos en nuestro lugar. Tiempo al tiempo.
Ale, un desfogado saludo.
Información Bitacoras.com…
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Lamentablemente, deberiamos hacer un poco de auto-crítica con respecto a la sociedad. Nos quejamos mucho, pero luego somos los primeros en tolterar todo y los primeros también en vivir en las situaciones comodas sin esfuerzo. Espero de verdad, que realmente el tiempo ponga a cada uno en su lugar, porque me parece increible que gente sin tan siquiera la educación secundaria obligatoria tenga un trabajo y gente con formación universitaria se tenga que quedar en su casita viendose al borde de la depresión. Un saludo señor del seat 😉
un euplo
Gracias por tu comentario Héctor, ¡un saludo!