Adiós, Facebook
Pues sí, Facebook ha salido de mi vida, al menos por un tiempo. Tras varios días meditando sobre si merece o no la pena estar en Facebook, ayer decidí desactivar mi cuenta. Los motivos que me han llevado a hacer esto han sido, entre otros:
- Por lo que se refiere a mi vida personal:
- Ahí no hay amigos, ni conocidos, sólo gente interesada en el morbo de saber si fulano se ha liado con fulana, o las últimas fotos que ha puesto de su viaje por las antípodas, o el morbo de cotillear la vida de los demás de una forma fácil, de la que igual ni ellos mismos son conscientes de que existe.
- Mis fotos, mis frases, mis noticias, mis enlaces… son míos, no quiero que sean de Facebook.
- Seguramente me ahorraré más de un disgusto. Si lees esto ya sabes que va por ti y de lo que hablo. Para los demás, alguno os haréis una idea, otros os podréis imaginar a lo que me refiero, y el resto pues que reflexione si no se ha rayado alguna vez por algo que ha visto o leído en la dichosa página.
- En lo referente a cosas más técnicas:
- Ese invento del demonio está centralizando increíblemente toda la información en sus páginas, de forma que mucha gente ya ni se molesta en bucear en el resto de información que hay por la red. Y total, a fin de cuentas, esto afecta a una minoría, porque tampoco es tanto el porcentaje de personas que usan este servicio en comparación con el total de usuarios de internet. Por ello, muchas personas se están perdiendo el increíble universo de la blogosfera, una auténtica fuente de riqueza, o auténticas exposiciones fotográficas existentes en Flickr, Picassa o muchos otros servicios. Sinceramente, pienso que un blog, un espacio de los que había antes en el msn o cualquier cosa similar, dice mucho más sobre una persona que Facebook.
- La cantidad de anuncios es increíble, y me parece una gaita. Yo diría que hay más enlaces de anuncios en cualquier página que de información referente a la propia página. Es como si en medio de las páginas de clasificados de cualquier periódico vamos intercalando fotos de nuestros amigos.
- Esta es bastante subjetiva, pero es que odio sus aplicaciones: o son chorras, o están hechas en flash, o ambas.
Y eso, ahí queda mi reflexión. A partir de ahora, al menos durante una temporada, los que queráis saber algo de mí podéis hacer algo tan sencillo como leer este blog. Y los que queráis encontrarme porque hace mucho que no sabéis nada de mi, lo tenéis tan fácil como escribir mi nombre en Google.
¡Un saludo!
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