Aumentan los pequeños delitos en Zaragoza ante la pasividad de las Autoridades
Si sigues mi blog, hace poco comenté que algún gracioso no tuvo mejor idea ni distracción que hacerme una raya bastante elegante en el coche. Pues bien, hoy he ido al taller para que me cogieran el código de color para poder reparar el desperfecto (una dejadez de la Autoridad competente, que cobra en parte de mis impuestos, y encima tengo que pagar de mi bolsillo), y me he encontrado con un vecino de la calle que al ver el arañazo me ha contado que a él también le habían hecho uno y había ido a denunciar.
Hablando sobre el tema, me ha dicho que había más coches por la zona así, y que por la zona de las fuentes se dedican a destrozar los retrovisores, y en otra parte de la ciudad a reventar las ruedas. Por si no es suficiente, el día que fui a denunciar me dijeron en la comisaría que habían recibido más denuncias de rayas en la zona de Las Playas, en el parque del Agua, y ayer dando una vuelta por la zona de Blanca de Navarra y Tenor Gayarre (están por el sector del inicio de la Av. de Navarra, en la Av. de Madrid), vi que había muchos coches que también estaban rayados por todas partes.
El Delegado del Gobierno, máximo representante del Ministerio del Interior en la Comunidad Autónoma, dijo hace poco en unas declaraciones que los delitos en Zaragoza habían descendido, y que claro, en pequeños períodos sí que habían aumentado, pero que había que tomar muestras más grandes de tiempo y se veía que habían descendido. Pues bien, a mí que alguien me explique por qué las autoridades que tienen competencia en el tema, con la Delegación del Gobierno a la cabeza, no están tomando cartas en el asunto. Está bastante claro que es algo generalizado, y su función es garantizar la seguridad ciudadana, no ir a fastidiar al ciudadano a base de multas, que es lo que está pasando (porque sigo sin entender que ir sin cinturón sea un delito malo maloso, y aparcar en un carril bus sea una multa de risa), y para evitar dar explicaciones se escudan en que son pequeños delitos, de hecho son faltas. Los grandes incendios comienzan con una cerilla.
Así que ya sabéis, ojito con dónde aparcáis el coche, porque por la noche parece ser que aparte de controles de alcoholemia o de velocidad, la vigilancia policial en esta ciudad ha descendido a algo cercano a la nada. Creo que no hay que ser muy listo para ver que lo que primero hace falta para disuadir al delincuente es dejarse ver.
Un saludo.
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