Blog de Víctor Corbacho

  • Formulario de contacto

Archive for category: Cajón desastre

  • RSS

Tractores, cosechadoras, tres o cuatro empacadoras

esta entrada tiene 0 Comentarios/ en Cajón desastre / por admin
4 de julio de 2010

Estamos en verano, mes de la cosecha. Todo el monte se encuentra salpicado de agricultores que a lomos de sus cosechadoras, tractores y remolques, pueblan los campos de cereal. Esta es una de las pocas estampas agrícolas tradicionales que aún pervive en nuestra sociedad.

Y es que en un sector cada vez más degradado como el agrícola, y que ha pasado a un segundo plano, resulta difícil hacerse a la idea de cómo, hace apenas 40 años, podía ser el protagonista de la vida económica del país. Esta situación unida a los avances tecnólogicos sufridos, ha provocado que ya apenas se ve maquinaria por los campos, salvo en fechas puntuales como la que no encontramos. Uno puede ir por cualquier carretera y será raro que no vea a lo lejos la cosechadora, y su fiel compañero el remolque, en un campo cercano.

Los gigantes de acero siguen, con su paso lento, segando la mies y separando el grano de la paja para luego echar el preciado cargamento al remolque, que como una hormiga obrera, acudirá con su carga al silo o cooperativa donde se almacenará el cereal, principal sustento alimentici, aunque no lo parezca.

Os animo a que, si podéis, os escapéis en estas fechas a contemplar el paisaje agrícola poblado de vida, pues tal vez no falte mucho para que esta estampa también pase a la historia y sólo sobreviva en el recuerdo de la memoria de los pueblos agrícolas.

Un saludo.

¿Y tú qué tal llevas el calor?

esta entrada tiene 3 Comentarios/ en Cajón desastre / por admin
1 de julio de 2010

Parece que el verano ha entrado con ganas este año. La verdad es que, respecto al tiempo, este año está siendo raro, raro, raro. Empezamos con un invierno frío, para cambiar a una primavera que alternaba bajas temperaturas con amenazas de combustión espontánea. Y ahora en dos semanitas se nos han echado encima los 40ºC habituales de este mes.

¿Y tú qué prefieres para sobrellevarlo? ¿Soluciones naturales o artificiales? Supongo que hoy en día lo más común es enchufar el aire acondicionado (gran invento) y aguantar. Pero poca gente conozco que no acabe con dolores de cabeza, enfriamientos o medio modorros a causa del invento en cuestión.

Los más afortunados, en cambio, pueden irse al pueblo. Las casas antiguas con sus muros de piedra y sus habitaciones en la parte baja de la vivienda son, sin duda, el mejor lugar para pasar el verano. Los que nos quedamos en la ciudad lo tenemos más difícil. A un clima ya de por sí duro como el de Zaragoza, tenemos que sumar que la arquitectura de las viviendas no está preparada para disipar este calor de forma natural. A veces tengo la impresión de que vamos hacia atrás en el tiempo.

Ahora resulta que como ya tenemos aparatos que echan aire frío, no debemos preocuparnos de nada más (sí, vale, mucho aislante y mucha movida, pero con eso no vamos a ninguna parte, ¿no preferís una vivienda orientada a dos lados?). No sé si es algo muy conocido o no, pero bueno, referente al tema del funcionamiento del botijo que no voy a explicar aquí, me vienen dos ideas a la cabeza, una más elaborada, y otra más de andar por casa.

La primera de ellas es la que se puso en práctica en el pabellón de España de Expo Zaragoza 2008, donde unas columnas de barro que contenían agua eran el elemento utilizado para enfriar el aire al pasar entre ellas. Como digo, esto es igual que el funcionamiento de un botijo: el aire que lo rodea se enfría por la evaporación del agua de su interior, lo que hace que se enfríe el propio recipiente. Este sistema, de forma más heavy, es usado como refrigeración en naves industriales. Si no me llama la memoria se llama algo así como «refrigeración evaporativa», y funciona mejor en ambientes secos que en húmedos. Vamos, que a nivel del mar no va (así que si estás leyendo esto desde Salou, te servirá más bien de poco).

La segunda solución viene de tiempos de los árabes. Y es que además de todo el sistema de riegos nos dejaron muchas otras cosas que se han perdido a lo largo de los años. Estos señores, que yo siempre he dicho que son listos como ellos solos, colocaban en las ventanas de sus casas cortinas humedecidas en agua. De este modo se conseguía algo parecido a lo que he explicado en lo del pabellón de la Expo, de forma que al pasar el aire por la cortina, éste se enfriaba y conseguían bajar la temperatura del interior de la casa. Aún con toda la lógica que tiene, debo confesar que nunca lo he probado, entre otras cosas porque a mi madre no le hace gracia que moje las cortinas, aunque reconozco que una vez sí que tuve la tentación…

Y supongo que hay muchas otras formas de intentar llevar lo mejor posible esta época del año, ¿cuál usas tú?

Grandes filósofos de nuestros días: Steve Jobs (no esperes algo serio, es todo sarcasmo)

esta entrada tiene 4 Comentarios/ en Cajón desastre, Tecnología / por admin
3 de junio de 2010

Todos sabemos que hoy en día la sabiduría alcanza límites insospechados, y no digamos ya del atrevimiento producido, digo yo, por la ignorancia, que osada es un rato.

Y es que el mundo actual está plagado de grandes personajes que controlan mogollón de ciertos temas y además, de tanto tanto que saben, hasta predicen el futuro. Me viene a la mente Bill Gates cuando dijo aquello de «el spam se acabará en el 2006«. Pues como hubieses tenido que hacer tu fortuna acertando quinielas con esa visión de futuro ibas apañado.

Bueno, al tajo. Que el señor Jobs, parece ser que cegado por ese aura bonita, cara pero inútil que le rodea, ha vaticinado lo siguiente: «el fin de la era PC es inevitable«. Pues vaya faena, ahora que la arquitectura de los Mac es la misma que los PC, ya me veo desempolvando viejos amiga.

¿Y después qué? ¿Y cómo se explica esto? Pero se le va la pinza, ¿no? No te apures amig@, que como he dicho al comienzo de mi artículo, este señor pertenece a esta generación de sabios que pueblan nuestra civilización (¿será su mayor representante el sr. Alierta?), y para que todos lo entendamos nos lo ha explicado bien explicadito:

Cuando Estados Unidos era una nación agraria los coches eran camiones porque se necesitaban en las granjas. Cuando las ciudades crecieron empezaron a llegar los automóviles compactos avanzados. “Las PC van a ser como los camiones, existirán pero sólo una pequeña parte de la población los necesitará.

Pues qué felicidad, ¡ahora ya lo entiendo! Lo que no me queda muy claro es… ¿y las motos? ¿Serán equiparables a los teléfonos móviles? ¡Ah! Ya sé, las motos fijo que son los tablets y así, y ahora todo el mundo irá en motos eléctricas maravillosas, que serán totalmente inútiles para moverse fuera de ciudad pero serán bonitas, me viene a la cabeza algo así como un Ipad… ejem.

Pues nada, Steve, hoy la verdad es que me has alegrado el día. Ale fanboys/fangirls, ya podéis adorar un poquito más a vuestro Jefe Maestro, que hoy se ha lucido.

Por cierto, que si lo que insinúas es que tarde o temprano me voy a tener que comprar un mac, ¿sabes qué pienso? Pues mira este vídeo y lo sabrás.

La disposición final segunda de la LES nos esta negando el futuro

esta entrada tiene 1 Comentario/ en Cajón desastre, TIC en España / por admin
27 de mayo de 2010

Hoy se ha prolongado el plazo para que los grupos parlamentarios puedan aportar sus enmiendas a Ley de Economía sostenible y, con ella, la Disposición Final Segunda (anteriormente Disposición Final Primera) que ataca los derechos fundamentales en Internet en favor de lobbies industriales que no quieren reconvertirse. La misma Disposición cuya retirada cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas han pedido de todas las formas.

Queremos aprovechar esta ocasión para recordar a los diputados que la ciudadanía quiere que se desactive una ley que no ampara los derechos mínimos:

  1. No se puede concebir una ley que afectan intereses particulares y no generales donde el juez no pueda entrar en el fondo del asunto, ofreciendo todas las garantías legales a los ciudadanos y emprendedores que están operando en Internet. Cerrar el acceso a un sitio Web puede devastar la economía de un pequeño y mediano emprendedor. Los ciudadanos no debemos asumir la reconversión de las Majors.
  2. No se deben mezclar asuntos del orden de la competencia desleal, como puede ser lucrarse del trabajo de otro sin que esto repercuta sobre este último, con la libertad de enlazar, citar y compartir, que son la esencia misma de Internet, una herramienta crucial para el futuro.
  3. Es inadmisible que se legisle en favor de un sector económico atrasado en su reconversión a expensas de los emprendedores que están ya implementando las oportunidades de la era digital. El ministerio de Cultura no está a la altura del alcance del problema. Ha invertido un tercio de sus recursos en Industrias Culturales y ahora necesita una Comisión nada imparcial para rentabilizar estos recursos, distorsionando el desarrollo normal de la economía cultural. Antes el ladrillo, ahora la copia. No reproduzcamos una burbuja de los contenidos de entretenimiento.

El respeto y la comprensión de las opciones que ofrece Internet son la salida de la crisis.

Firmado: Red SOStenible. La Red SOStenible somos todos. Si quieres adherirte a este texto, cópialo, bloguéalo, difúndelo.

Vía microsiervos

Tengo la impresión de que los instaladores de antena nos están estafando…

esta entrada tiene 1 Comentario/ en Cajón desastre / por admin
24 de mayo de 2010

Y es que ya son muchos los casos que oigo que siguen la siguiente secuencia:

  1. Una persona, generalmente mayor, llama al técnico de la antena porque no ve la tele.
  2. El técnico llega a su casa y ve el panorama (o eso se supone). Estos son tres casos que conozco personalmente, y que detallo a continuación, con el problema que había y su solución:
    1. El sintonizador de la TDT era defectuoso, hubo que cambiarlo.
    2. El vídeo con el cuál se sintonizaba la televisión estaba desintonizado, hubo que resintonizar los canales.
    3. El cable de la antena se había soltado de la caja que ésta lleva incorporada en el mástil, la solución era bajar la antena del mástil y volver a conectar el cable en su sitio (es un tornillo).
  3. El técnico, tras su inspección, sentencia que es totalmente necesario cambiar la antena. Una antena normal y corriente vale unos 30 euros en BricoDepot. Posiblemente la que ponga un instalador, por ser de marca más conocida (aún haciendo la misma función) costará 3 veces más, aquí hablo con desconocimiento, pero seguro que no vale 30 euros… A esto hay que sumar la mano de obra y el desplazamiento, buen negocio, sí señor.
  4. ¡Vaya! No se ha solucionado el problema. Bueno, en el caso número 3, del cable suelto, sí que se solucionó, porque a la nueva antena se le empalmó el cable.

Así que aquí queda esto como aviso. Por favor, si tenéis un poco de idea de estas cosas, y vuestros abuelos, tíos, padres o quién sea tiene un problema con la antena o la televisión (sobre todo si son mayores y viven en pueblos, que es la tónica común a los casos que he relatado), echadle un vistazo antes de que llamen a un técnico, porque están haciendo el agosto a costa del consumidor.

Un saludo.

El puente de Las Pedrosas

esta entrada tiene 1 Comentario/ en Cajón desastre / por admin
17 de mayo de 2010

Sobre el Barranco del Pueblo, a la altura de la carretera de Piedratajada, en su inicio, en el pueblo de Las Pedrosas, un pequeño paraje adornado por unos pocos árboles, un puente de piedra y el sonido del agua rompía el horizonte del paisaje estepario de las bajas Cinco Villas.

Construido hace varios años, como dicen en los pueblos, después de la guerra, el puente de la carretera de Piedratajada unía los dos extremos del camino, protegiendo por fin esta vía de las avenidas del barranco. Tal era la violencia de estas riadas, que cuando aún se estaba comenzando a levantar se llevaron por delante todo el andamiaje instalado para su construcción.

Para poder dotar de utilidad a esta infraestructura, además fue necesario despropiar algunos campos y huertos cercanos, que quedaban divididos por el camino, en uno de cuyos laterales crecían unos chopos que por entonces aún contaban con pocos años de vida.

La carretera de Piedratajada no es ninguna gran vía de comunicación, ni mucho menos, sino que viene a ser lo que comúnmente se denomina carretera local, es decir, una senda estrecha y sinuosa, que permite sin problemas el paso de vehículos pequeños entre poblaciones y facilita el acceso a los campos colindantes para la maquinaria que debe cultivarlos, pero sin dar pie a que por ella circulen, de forma habitual, vehículos mucho más grandes que los citados.

Este puente está construido de piedra arenisca, típica de la zona, y cuenta con un único arco de medio punto que da soporte al pavimento. A sus lados estaba flanqueado por unas enormes piedras que hacían las funciones de quitamiedos, y que a su vez eran usadas por los vecinos del pueblo para sentarse y conversar por las tardes, cuando llegaba el buen tiempo. Pero algún que otro accidente fortuito y la construcción de la nueva carretera de Zuera, que acarreó la mejora del cruce de ésta con la de Piedratajada, acabaron con estos improvisados bancos, siendo sustituidos por unos quitamiedos normales y corrientes. Ahí comenzó ya su definitiva decadencia, pues el puente, aunque seguía soportando el pavimento de la calzada y su tránsito, ya no podía acompañar a sus amigos en las conversaciones del atardecer: no podía ofrecerles ni un pequeño asiento.

Vinieron años duros de sequía, y bajo su arco el agua se secó. Tan sólo el carrizo seguía fiel a su improvisada sombra. Pero cada invierno el agua volvía a discurrir bajo él. Cosas de la vida, desde hace algunos años el agua volvió a correr también en verano, y las ranas volvieron a croar bajo su arco.

Un día, de repente, el puente se despertó con mucho ruido. Un montón de camiones comenzaban a pasar por la carretera, llegaban buenas noticias: se iba a construir una granja en la carretera. Las obras comenzaron y terminaron pronto. Una gran explotación se levantaba en medio de los campos de cereal de la zona. El ir y venir de grandes camiones se ha convertido en algo habitual a partir de ese día.

Pero claro, el pequeño puente, cuyo tamaño era acorde al de la carretera que sobre su espalda aguantaba en silencio desde hacía años, no era lo suficientemente ancho para permitir que los grandes camiones pasaran a gran velocidad sobre él. Y como el bolsillo de algunos todo lo puede, un buen día unos señores, con picos, palas y cascos, se presentaron en el lugar dispuestos a solventar tal contingencia. Los vecinos, sus amigos, callaron por las buenas promesas de la clase política: «es una mejora para el pueblo, hacía falta». Pero en su interior ellos sabían, igual que el puente, que aquello sólo estaba encaminado a facilitar el ir y venir de la materia prima hacia la granja, que pasaría de largo por la carretera, sin dejar nada en el pueblo.

Los chopos que soportaron la primera gran obra, y la posterior reforma del cruce, habían crecido y escoltaban el pequeño tramo de carretera próximo al puente. Sus ramas eran cobijo de aves y alivio, por la sombra que daban, para los paseantes. Pero una vez más la mano del hombre iba a cambiar las cosas para ponerlas a su servicio. El puente, que había visto cómo estos árboles ganaban la batalla al asfalto y conseguían crecer a ambos lados de la carretera, como centinelas, veía ahora cómo los de uno de los laterales, los más jóvenes, los que habían crecido por sí mismos de la nada, eran arrancados sin ningún miramiento por las zarpas metálicas de las excavadoras. Mejor suerte corrieron los que llevaban allí toda la vida, aunque no se libraron de alguna que otra herida en sus troncos.

Apenas pudo darse cuenta nuestro amigo de piedra, vio cómo era atrapado entre dos enormes aros de hormigón. El cauce, donde las ranas y el carrizo lo habían acompañado desde que nació, era igualmente modificado para adaptarlo a las necesidades de unos pocos. Ya no había nada que hacer. Una capa de hormigón lo encerró por encima y lo dejó atrapado. Por fin los camiones podían pasar a gran velocidad sobre él sin problemas al cruzarse, y aquellos que veían la obra con tan buenos ojos respiraron aliviados.

Pero debajo de ese asfalto, atrapado entre el hormigón, está nuestro amigo, aturdido, cansado. Sobre su vieja espalda ahora soporta más tráfico que nunca, pero resiste m

ejor que un jovenzuelo, como siempre, en silencio. Pero en su recuerdo, en sus piedras, quedará para siempre grabado todo lo que sobre él pasó, los pájaros cantando en los árboles que ya no están, las ranas que en las tardes veraniegas

croaban con el sonido como fondo de una escena que hoy parece fruto de un sueño. Y allí también, encerrados, los recuerdos que de las conversaciones que en silencio mantuvo con los que sobre él disfrutaban, en las piedras que le arrebataron, de los atardeceres de Las Pedrosas. Aún recuerda las voces de Mariano, de Antonio, de Pascual, de Paco… Y él sabe bien que todo eso no se lo podrán arrebatar jamás, por muchas granjas que hagan o por muy grandes que sean los camiones que se empeñen en pasar sobre su espalda.

Page 21 of 32«‹1920212223›»

Comprar Calendario Zaragozano 2024

Calendario Zaragozano 2024#publi

Entradas recientes

  • Que la tierra te sea leve, Antonio
  • Antes más… 7 de febrero de 2021
  • Desidia
  • Las cosas claras, y el chocolate espeso
  • Desidia

Comentarios recientes

  • Papa Manitas en Aislar las ventanas de cristal del frío de una forma sencilla
  • Estefanía Gomez en El intermitente, ese gran desconocido
  • Angel E. en Diario de un cliente de La Caixa (o cómo La Caixa trata a sus clientes)
  • Federico en Aislar las ventanas de cristal del frío de una forma sencilla
  • Juan en Aislar las ventanas de cristal del frío de una forma sencilla

Categorías

  • Android
  • Cajón desastre
  • Calendario Zaragozano
  • Cinco Villas
  • Concejal
  • Cosas curiosas
  • Huerto
  • Internet
  • Las Pedrosas
  • linux
  • Naturaleza
  • PFC
  • Preguntas estúpidas
  • Programación
  • Sociedad
  • Software libre
  • Tecnología
  • TIC en España
  • Tráfico
  • Universidad…
  • Viajar
  • Zaragoza
© Copyright - Blog de Víctor Corbacho - Wordpress Theme by Kriesi.at
  • Subscribe to our RSS Feed