Nos encontramos en unos meses en el que una de las pocas labores que podemos realizar en nuestro huerto es la siembra de borrajas. Generalmente, las borrajas se siembran directamente sobre la tierra que se haya preparado, y una vez que han nacido, se entresacan para dejarlas en un cuadro de plantación óptimo. Pese a ser lo habitual, en mi caso, por circunstancias que no soy capaz de concretar, no soy capaz de que las borrajas me nazcan directamente en la tierra a la primera, y casi si empre les da por nacer cuando ya he plantado otra hortaliza en esa misma tabla, así que para evitar esto este año voy a optar por dividir la siembra en dos fases:

• Por un lado, prepara la tierra para poder sembrar las borrajas.
• Por otra parte, crear un plantero de borrajas que, una vez alcancen el tamaño adecuado, transplantaré a la tierra preparada previamente.
  

Dicho esto, vamos a preparar la tierra. Tras la inactividad típica del invierno, las tablas están llenas de hojas y hierbas, así que el primer paso será retirar estas malas hierbas. Además, hace ya bastante tiempo que no echo fiemo en el huerto, así que después de un viaje a una paridera cercana, he traído una trailla llena de fiemo de oveja. En la tabla que voy a preparar echaré un carretillo, que seguro que las plantas que ponga este año lo aprovechan bien.

Poco a poco hay que ir quitando todas las malas hierbas, para lo que me ayudo de una azada pequeña (ajadico). Aquí no se desperdicia nada, así que estas hierbas van al capazo, y en cuanto termine a las gallinas.

Finalmente, después de incorporar el carretillo de fiemo, repartirlo y rastrillar todo para igualar la superficie, este es el aspecto de la tabla ya preparada:

Ahora que ya tenemos esto preparado, y mientras la tierra se va asentando y el fiemo va perdiendo fuerza, toca hacer el plantero de borrajas, cuyos pasos explicaré en un próximo post. Seguid atentos, porque en 3 ó 4 semanas las borrajas ya estarán en el huerto, y espero que en menos de 3 meses, se puedan recolectar.

Un saludo.