La universidad en la sociedad
Ayer apareció en El Periódico de Aragón una noticia como poco curiosa, en la que se hace mención a lo rentable que le resulta a la sociedad invertir en las universidades. Aunque no aparecen datos de la Universidad de Zaragoza, sí que los hay de la Universidad del País Vasco, los cuáles demuestran que es bastante rentable invertir en las universidades: por cada euro invertido se recuperan 2,4 euros. No obstante, parece que en este país hay cosas que nunca cambiarán, y estos datos pocas veces salen en los telediarios, por no decir nunca. Tal vez si se le diera más propaganda a estas cosas la gente diría «¡Anda! Pues sí que hacen cosas estos universitarios», o quién sabe si sería común escuchar en lugares remotos alguna frase como «Mira Arturo, esto lo tenemos gracias a la Universidad de Pichuel», pero eso es una idea demasiado maravillosa para un lugar en el que lo más corriente es poder oír a cualquier hora frases despectivas hacia los universitarios y hacia la universidad en general, y no me equivocaría si afirmara que a mucha gente le daría igual el que existiesen universidades o no, pero bueno.
¿Y por qué comento esto? Pues fácil. La Escuela Politécnica de La Almunia (no quiero hacer propaganda, pero es que la cosa ha surgido así), lleva tiempo desarrollando distintos prototipos o productos para la competición automovilística. El proyecto más reciente en el que se encuentra inmersa dicha escuela (o más bien su departamento de I+D) es un kart con propulsión de hidrógeno (web del proyecto), que no deja de ser una curiosidad y un pequeño paso en la introducción de este tipo de tecnologías en el más alto nivel del automovilismo. Pues bien, esta escuela, universitaria, lleva a cabo con esto una labor que en mayor o menor medida no deja de influir en la sociedad, y esto realmente está muy bien, pues es el fundamento de toda universidad. ¿Pero qué ha pasado? Pues hoy en el telediario de TVE1 ha salido el famoso cochecito, muy mono y que funciona muy bien, y hasta han probado el agua que soltaba por el tubo de escape (supongo que luego se habrán hinchado a tomar tés) para demostrar que no contamina nada, hasta aquí todo perfecto, salvo por el pequeño detalle de que se ha nombrado a GM como desarrolladora del vehículo y de la universidad no se ha dicho absolutamente nada, es más, lo único que ha salido era una pegatina mal enfocada en la que se leía eupla, porque ya se han encargado bien de que ni durante la noticia se viesen el resto de anagramas referentes a la misma. Así que tras ver esto, si hasta la televisión pública pasa de los logros conseguidos en las universidades, mal vamos.
Dicen que lo último que se pierde es la esperanza, esperemos que algún día cambie todo esto, que seguro que nos beneficia a todos.
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