Concejales apolíticos
El viernes pasado el Gobierno nos deleitaba con una serie de medidas, mentiras y falsedades con el fin de contentar a la población mientras siguen usurpando lo poco que queda en los vacíos cajones de nuestro país.
Este Gobierno se ha encargado de aumentar la ira de los ciudadanos hacia la clase política, pero no toda, sólo a la local, a los más cercanos, alimentando sospechas como los elevados sueldos, los cargos de confianza, los amigos funcionarios designados a dedo… Bueno, más bien no es cosa del Gobierno en sí, si no que es un dogma por el que se rige el Partido Popular, y que viene a ser algo así como tirar la piedra, esconder la mano, y mientras la gente mira bobamente a la piedra volar, aprovecho y les robo la cartera. Ovejas negras las hay en todos los rebaños, pero los ciudadanos deben saber que estas ovejas negras son casos concretos y aislados, y que el resto no tenemos por qué soportar esta demagogia partidista.
Una de las medidas bandera fue anunciar a bombo y platillo que el 82% de los concejales de España nos quedaríamos sin sueldo, y que desempeñaríamos nuestra labor gratis. Pues bien, desconozco el porcentaje actual de concejales españoles que hacemos nuestra labor de forma gratuita, es más, de manera altruista diría yo, pero seguramente pase de ese 82%. El pastel se lo comen entre los cuatro de siempre.
Y vamos a dejar las cosas claras: estos concejales de pueblos y ciudades no sólo no cobran, además ponen dinero de su bolsillo para poder desempeñar esta labor, por la que los diputados de este país, por poner un ejemplo, no sólo cobran un sueldo, si no que además cobran unas dietas para cubrir los gastos generados, ahí, y sólo ahí, es donde cabe no un recorte, más bien una supresión de manera firme; mientras nosotros seguiremos invirtiendo nuestro dinero particular, ganado con nuestros puestos de trabajo, en gastos ocasionados por el desempeño de las funciones públicas, y no obteniendo ningún tipo de beneficio fiscal por ello, es más, lo único que ganamos es ser señalados con el dedo como causantes de la crisis (ya se ha dicho en más de una ocasión).
Porque seamos sinceros, los concejales de pueblos y ciudades, que no son más que vecinos que han decidido ayudar a desarrollar sus municipios, no son políticos. ¿Ustedes piensan que a nosotros nos importan los entresijos de sus ciencias políticas? Pues no, no nos van esas cosas. Sólo queremos ayudar y ser felices, y de paso, intentar hacer felices al resto. Más que a un partido político quizás se nos debería asociar a una ONG. Pero de todos modos gracias por el apoyo que nos brindan, está bien claro que no tienen suficiente con la parte de pastel que se están llevando: lo quieren todo.
Y es que, así hablando de cabeza, me cuesta encontrar referentes del municipalismo español ligado a la política, porque hace ya muchos años, incluso antes de la dictadura, las alcaldías se movían por intereses personales y por poder económico, pero no por política. No camuflen sus ansias de riqueza usándonos como parapetos. Fue el espíritu democrático el que consiguió hacer que esos terratenientes saliesen de sus puestos para que la gente de a pie, la gente del pueblo, pudiese entrar. Fue la democracia la que nos permitió que el alcalde de tu pueblo no fuera el rico, si no que fuera el panadero, o el herrero, o el agricultor. Ya vale de usar a esta pobre gente como rehenes.
Llegados aquí tengo que hacer un apunte: me estoy refiriendo todo el rato a concejales, pero desde luego incluyo a los alcaldes en el saco, porque no son más que concejales que cuentan con el apoyo del resto de sus compañeros de batalla para sobrellevar el peso de esta responsabilidad.
Así que ahora, después de lo que hemos conseguido, no podemos consentir que nos engañen y nos manipulen. Hagamos piña con nuestros ayuntamientos y luchemos por lo nuestro: nuestros pueblos y nuestras ciudades. No podemos permitir que nos quiten lo que es nuestro. No pongo en duda que una administración como una Diputación Provincial no sea más óptima a la hora de organizarse y desempeñar ciertas funciones, pero dudo mucho que a estos entes les importe lo más mínimo nuestra calidad de vida, en todo caso les importará la suya. En lugar de ayudarnos a consolidar un tejido social fuerte están malcentralizando todo sin ningún sentido.
Lo curioso de esto es que encima nos echarán las competencias que ellos son incapaces de gestionar sin asignar presupuesto, para así decirnos que somos unos incompetentes y que no gestionamos bien el dinero público. Y me refiero, por ejemplo, al caso de esas competencias fantasma que anuncia estos días el señor Biel para las comarcas: qué pasa, como la DGA no sabe gestionarse ahora tenemos que resolver nosotros el papel, pero vosotros os quedáis con el dinero, ¿no? Perfecto.
Como oí no hace mucho lo que hacen falta en este país son partidos políticos que defiendan ideales, para gestionarnos a nosotros, los ciudadanos, ya nos bastamos, que tontos no somos (aunque nos lo quieran hacer creer). Así que por favor, como diría el primer comunista de la historia, «difundid mi palabra», que cale el mensaje, que no nos engañen, el problema son ellos, no lo somos nosotros, no lo somos los pueblos pequeños, no lo somos los pueblos de España, no lo somos los concejales que entramos con la ilusión de trabajar y ayudar a cambio de nada, no lo somos los ciudadanos que sufrimos la ira de estos déspostas. Y cuando alguien se meta con el alcalde de vuestro pueblo, con un concejal, con el Ayuntamiento… defendedle, porque esa defensa es la defensa de vuestros intereses, de vuestros derechos. Y si no lo sientes así, y como tú muchos de tus vecinos, actuad, porque entonces es señal de que ese equipo está por su propio interés y no por el de todos, y tenedlo en cuenta en las próximas elecciones, porque es ahí, en las urnas, donde se cambian las cosas de verdad.
Un saludo.
Información Bitacoras.com…
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Cuanta razón tienes, pero….¿como se le puede poner , ahora…, el cascabel al gato?, durante 8 años o más se veia que hacia falta un meneo a la sociedad, esta sociedad que ahora sufre unas consecuencias , que no quiere reconocer que tambien tiene responsabilidad en essas consecuencias.
La vida facil es fabulosa, es el sueño de todo ser humano, pero la realidad es que en toda la historia la vida del ser humano no ha sido facil.
Lo primero que tenemos que hacer es aprender a sobrevivir y a eso se aprende a coscorrones, tropezones y caidas, y se necesita la ayuda de alguien altruista que te ayude (sociedad), si no pones interes para aprender y voluntad para realizarte solo y comprender que la única moneda que es válida entre los humanos es la soliradidad…., entonces llegamos a donde estamos. Perdidos, vacios y en muchos casos desamparados….
Paso de los partidos políticos pero no puedo ni quiero pasar de la sociedad que me rodea, y el apoyo a mi comunidad será siempre de solidaridad, pero tambien sé que en el ser humano existen circustancias que modifican los comportamientos de las personas, por amistad, relación familiar , costumbres o salud y las consecuencias que arrastran alteran de alguna manera la convivencia y la economia de los pequeños municipios.
No creo en la tolerancia, no la comparto en absoluto, pero si en la comprensión y en la solidaridad entre todos.
Pero creo que esto que pienso es una utopía.
Hola,
Me encanta tu última frase, «No creo en la tolerancia, no la comparto en absoluto, pero si en la comprensión y en la solidaridad entre todos». Como bien dices, en la vida se aprende a base de caídas, pero hay dos cosas fundamentales para seguir adelante que creo que hoy por hoy poca gente hace: la primera, tender la mano para ayudar a levantarse al que se ha caído; la segunda, y tan fundamental como la primera, dar las gracias. Cuántas cosas mejorarían en estos días con un simple gracias, un por favor o incluso un buenos días.
El problema es que creo que se está conceptualizando demasiado esto de ser solidario, porque hoy en día, al menos es mi impresión, si nombras solidaridad te viene a la cabeza repartir comida en el albergue. Todas las mañanas cuando vengo al trabajo me fijo en la gente que va por la calle, me gusta observarlos por dos razones: para no tropezarme con ellos y para ver con qué cara miran a la vida. Es curioso que se ven muchas caras largas, no sé si porque son así, porque están dormidos o porque creen que su vida es un asco. En este último caso es complicado saber la situación real: puede que tu vida sea un asco porque realmente lo es, o porque no haces nada por solucionarlo, lo cuál es más grave que lo primero.
Pero también te cruzas con personas sonrientes, y a lo mejor hay 4 bajo cero, cierzo o lluvia, y siguen sonriendo. Me encantan esas personas, te alegran el día. Y esas personas son tan solidarias con una simple sonrisa como cualquier otro con otra buena acción. Deberíamos empezar a mostrar a los demás lo mejor de nosotros mismos, tal vez así recargaríamos la ilusión que nos hace falta para mitigar esta pasividad y mala leche acumulada que se respira por todas partes.
Bueno, lo dicho, que me encanta tu comentario, que al final me he extendido aquí casi más que en la entrada.
Un saludo.